Cuando una persona se da cuenta de que sufre alguna imperfección estética, término con el que se pueden considerar las arrugas, manchas, ojeras, comedones, flacidez y demás, siempre buscan una solución. Los métodos más efectivos para librarse de estas molestias se encuentran en la cosmética, una ciencia o estudio cuya finalidad es mantener la salud y belleza natural del cuerpo, de manera algo más superficial.
Ya que existen otros medios, como la dermatología, que se encarga de la salud de la piel, o la nutrición (el cuidado del organismo a través de la alimentación), también debe existir una tendencia más estética. Eso es exactamente la ciencia antes mencionada, un compendio de tratamientos, productos y estrategias, como son el peeling y la exfoliación, diseñadas para mantener la piel hermosa mediante el cuidado de la salud tópica.
Sin embargo, tratamientos como los dos que acabamos de conocer, tienen la gran desventaja de ser muy parecidos entre sí, algo que ocurre con muchos otros, como en el caso de las infiltraciones de sustancias. El efecto negativo de esta confusión, es que muchas de las terapias y productos asociados a estos métodos se vuelven desconocidos, opacados por otros que en realidad son menos efectivos o incorrectos para casos particulares.
Por ejemplo, tanto el peeling como el exfoliante son ideales para combatir, reducir y hasta eliminar de forma inmediata los comedones, pero mucha gente prefiere el uso de cremas y otros cosméticos. Por eso, aprovechamos la ocasión para hablar de las diferencias entre estas dos grandes soluciones estéticas, dejando de lado otras posibles respuestas de la cosmética, de las que se habla en este artículo titulado Qué son los comedones y cómo eliminarlos
Índice de Contenido
¿Qué es la exfoliación?
Exfoliar es un proceso simple, ya que solo requiere del uso de algún material o ingrediente ligeramente abrasivo, como los que conoceremos más adelante, pero a su vez es de vital importancia para el cutis. La idea de que, en combinación con un medio líquido u oleoso, el agente abrasivo roce la dermis, no es nueva, ya que el principio forma parte de muchas estrategias cosméticas antiguas.
Sin embargo, para que esto salga bien, se deben usar los materiales correctos, por lo que, incluso conociendo lo que es la exfoliación, hace falta aprender un poco sobre los agentes considerados exfoliantes. Del mismo modo, la técnica correcta es esencial para evitar errores que pueden conllevar riesgos para el tejido, o tener que recurrir al peeling y otras terapias, por lo que se debe aprender aquí La manera correcta de exfoliar la piel del rostro
Elementos micro abrasivos utilizados para esta limpieza profunda
La naturaleza es aliada de la cosmética desde tiempos ancestrales, ya que muchos de los elementos que produce sirven para exfoliar, sin la necesidad de que sean sintetizados por la mano del ser humano. Por ejemplo, algunas arcillas, especialmente las reconocidas por sus tonalidades rojas, así como las verdes, son materiales naturales increíbles para llevar a cabo, de forma segura y efectiva, la actividad de la exfoliación.
Ingredientes igualmente naturales, aunque procesados de formas sencillas, que funcionan para este método gracias a sus cualidades exfoliantes, son el café, el azúcar (blanca o morena) y también la sal. Del mismo modo, el bicarbonato de sodio se reconoce como un elemento muy útil en este caso, sobretodo porque ofrece otros beneficios al combinarse con pequeñas medidas de agua, al ser un agente efervescente.
Huesos de fruta, semillas y cáscaras de frutos secos, convenientemente pulverizados, al igual que el bambú, los copos de avena y las fibras vegetales machacadas, son más ejemplos de materiales exfoliantes. Por otro lado, también hay elementos sólidos que sirven para este propósito, como la piedra pómez, las esponjas y los pañitos o discos de tela, fabricados por empresas cosméticas.
Por último, están los agentes químicos, cuya formulación se realiza a base de ácidos, como los hidroxiácidos, así como a base de enzimas, igualmente producidos por industrias encargadas de productos de belleza. Se pueden encontrar añadidos a sustancias como cremas, tónicos, geles, espumas exfoliantes y sérum, que solo deben aplicarse de forma tópica y ser frotados en la piel para que actúen correctamente.
¿Qué es un peeling?
Si la exfoliación es un tratamiento sencillo que, realizado en casa, tiene resultados tras la práctica prolongada, el peeling es la respuesta del campo estético a quienes requieren de una solución más inmediata. Sin embargo, la confusión entre estas dos estrategias tan conocidas y populares, se da porque estás terapias son, en realidad, métodos exfoliantes tal como los anteriores, solo que mucho más potentes.
La idea detrás del peeling no es remover impurezas, excesos de sebo y obstrucciones en los poros, sino eliminar imperfecciones y daños tópicos mediante la remoción directa de capas del piel completas. Para muchas personas, este planteamiento parece un poco descabellado, incluso exagerado, pero la teoría básica de la abrasión controlada tiene a sus espaldas una gran cantidad de análisis, estudios y técnicas de control.
En otras palabras, el concepto de remoción de capas cutáneas está respaldado por la comunidad cosmética científica, que ve las posibilidades de esta técnica como una realidad estética sin igual. Los especialistas recomiendan realizarla cuando las imperfecciones son muy profundas, o si estas se deben a afecciones en capas superiores del órgano superficial, que afecten directamente la estructura de la dermis.
Por ejemplo, algunas arrugas no se forman como surcos y pliegues dinámicos, sino que se deben a la reducción total de la elasticidad de una capa cutánea interna, que se fractura a causa de la distensión. Las manchas tienen una particularidad similar, ya que en ocasiones los causantes atacan una capa interna del tejido, por lo que soluciones como cremas y sérum antimanchas, aclaradores o despigmentantes pierden efectividad.
Las manchas son una de las imperfecciones que más suelen tratarse mediante esta terapia, sobretodo si se deben a la acción de microorganismos, como hongos, que se esconden en el interior del tejido. El control con el que se realiza es tal, que incluso existen sesiones de peeling para reducir y eliminar las ojeras y las patas de gallo, realizadas en la zona del cutis que poseer la piel más delgada, delicada y frágil, el contorno de ojos.
Luego de realizada cualquier sesión de esta terapia, es necesario dejar que el tejido sabe, ya que básicamente se está utilizando un material altamente abrasivo para raspar su superficie y eliminar alguna capa. El manejo de esta técnica debe estar en manos de un experto, un profesional altamente capacitado dentro de la cosmética o la dermatología, para evitar lesiones mayores o cualquier posible riesgo.
Los dos tipos de peeling
Se puede clasificar esta terapia de acuerdo al mecanismo utilizado como metodología, ya que básicamente hay tres formas de remover piel de manera controlada, a través de la abrasión o de la corrosión. Por muy tétrico que suene, ambos métodos son igualmente seguros y efectivos, siempre y cuando sean realizados por un especialista y nunca por la misma persona a quien se le hace el tratamiento.
La abrasión controlada se conoce como peeling físico o mecánico, la estrategia más parecida al uso de agentes exfoliantes, ya que con ella se busca remover la dermis afectada al raspar usando un material abrasivo. Para comprender un poco más esta comparación, hace falta conocer en detalle sobre la técnica de la exfoliación, algo de lo que se puede aprender fácilmente leyendo Qué es el exfoliante facial y cuál es su función
El material abrasivo más utilizado son los discos de aluminio o de titanio, aunque también hay variantes que usan cristal (como la terapia con punta de diamante), piedras, tornos, cepillos e incluso diversas lijas. Para la vertiente naturista de la abrasión mecánica, se suelen utilizar pequeños trozos de cáscaras de frutos secos, previamente cortadas, moldeadas y esterilizadas, que se adhieren a un rotor para una exfoliación controlada.
Por otro lado, el peeling químico es como utilizar una crema cosmética, pero con propiedades corrosivas, que se infiltra de manera subcutánea o entre capas de la piel, con micro inyecciones cortas. Cuando la imperfección localizada se encuentra en la epidermis, la capa superior más superficial, se realiza el método químico, ya que de esta forma se pueden evitar lesiones y marcas que son posibles si el tratamiento mecánico conlleva alguna complicación.
Para esta técnica, se suelen utilizar sustancias a base de ácidos, con cosméticos profesionales como el Glycosal peel, que combinan diferentes ingredientes de acuerdo con el tipo del piel y la finalidad estética. Los ácidos más utilizados en este tipo de peeling son el láctico, salicílico, glicólico, azaleico, mandelico y tricloroacético (TCA), a veces combinados con otros que mejoran la recuperación tópica, como ácido hialurónico, ascórbico y retinoico.
Por último, el peeling ultrasónico es el más joven dentro de la familia, ya que solo ha sido probado durante los últimos años, por lo que muchos establecimientos cosméticos aún no ofrecen esta opción. Se trata del uso de instrumentos de ultrasonido, capaces de limpiar el rostro a una increíble profundidad, con gran precisión, pero es considerado por muchos más como una técnica de exfoliación.
Diferencias entre estas dos estrategias cosméticas
Si bien la explicación de ambos conceptos parece dejar en claro las mayores distinciones entre estos aliados cosméticos, una de las principales razones de esta comparación es aprender a escoger el más adecuado. No es que uno sea mejor que el otro, pero cada uno tiene sus propias ventajas, por lo que ofrecen diferentes puntos de vista en cuando a la efectividad de su puesta en práctica.
Esto depende de factores como cuándo y por qué se debe escoger un tratamiento sobre el otro, los posibles riesgos que acarrean así como la eficacia y la longevidad de los resultados que ofrecen. Por ejemplo, el peeling que considera mejor contra los comedones abiertos, mientras que la exfoliación es más adecuada contra los cerrados, por lo que cada uso sirve como método, como se puede ver en Cómo prevenir los puntos negros y espinillas
La efectividad
La comparación entre un tratamiento avanzado y uno más sencillo, siempre da como resultado una competencia en la que ponen a prueba diferentes factores, pero el más importante es sin duda la eficacia. Para una objetividad necesaria en este casi, hay que suponer que cada enfoque se tiene en cuenta como solución ante casi cualquier imperfección, o para las imperfecciones faciales en general.
Siendo este el caso, el peeling es más efectivo que el uso de sustancias exfoliantes, al igual que sus resultados son más duraderos, por lo que la primera ventaja se da ante la terapia de aplicación profesional. La exfoliación puede dar un enfoque a un plazo mayor, además que requiere de sesiones más continuas, al menos una vez por semana, con lo que se consigue limpiar el cutis y los poros.
El costo
A mayor nivel de eficacia, más aumenta el precio de un método específico, pero la diferencia entre estos dos elementos estéticos puede llegar a ser bastante amplia, aún bajo las condiciones adecuadas. Sin embargo, es como comparar un viaje en automóvil con un avión, ya que aunque el peeling es mucho más rápido, casi inmediato, la exfoliación requiere tiempo, por lo que es más económica.
La dificultad
Aquí es donde se puede obtener una respuesta al por qué, siendo la estrategia profesional más efectiva a la par que costosa, es necesaria una comparación para poder juzgar cada método por separado. La exfoliación es bastante sencilla, ya que se trata de una técnica en la que se utiliza un abrasivo realmente suave, con la finalidad de remover elementos que se han adherido a la dermis desde el exterior.
Algunos peeling físicos, así como el de base ultrasónica, tienen la misma función, pero aún así, la abrasión que se busca con estas estrategias es mucho mayor, por lo que se requiere un control más específico. Ni hablar del tratamiento con los químicos corrosivos, al igual de algunos mecánicos, como los de disco de aluminio o punta de diamante, diseñados para remover y reajustar capas de piel en zonas concretas.
En pocas palabras, se trata de una cirugía estética ambulatoria, por lo que no puede se realizada por cualquier persona, ya que se requiere del conocimiento adecuado, además de la práctica de la técnica. Esto significa que, mientras que una persona puede exfoliar su propio rostro en minutos, sin mayor dificultad, debe recurrir a un profesional en cosmética, o un dermatólogo, para obtener una sesión de peeling mecánico, químico o ultrasónico.
Los riesgos de cada método
Ninguno está en exento de peligros, sobre todo si se realizan en un cutis con una gran sensibilidad o afectado por dermatitis, acné u otro padecimiento, algo que no se debe hacer bajo ninguna circunstancia. Pero el hecho de que sea necesario un experto para la abrasión o la corrosión de las terapias profesionales, indica que el nivel de riesgo no es tan solo un poco, sino mucho mayor.
En este caso, cualquier mala ejecución puede ocasional lesiones, heridas abiertas, laceraciones, descamación o la ruptura de las fibras cutáneas a causa del esfuerzo y la presión desmedida. Los riesgos aumentan si se utiliza el químico, mientras que la exfoliación es mucho más segura, aún cuando, si se realiza dos veces por semana o más, puede causar irritación, sensación de ardor o aumento de la sensibilidad.
Los posibles efectos adversos y secundarios
En el caso profesional, es posible que la abrasión o la corrosión puedan ocasionar marcas permanentes y dermatitis, así como reacciones alérgicas severas, si no se realizan los estudios adecuados para prevenirlas. Los exfoliantes, por otro lado, también pueden causar brotes alérgicos, pero de una severidad mucho menor, incluso si se utilizan variantes naturistas, como las que se pueden conocer leyendo estas Recetas caseras de exfoliante facial
Los resultados
Para finalizar, con la idea de no dejar duda alguna, hay que concluir que el peeling es más efectivo y puede ser una solución a largo plazo, con una sola sesión, pero su vez más riesgosa y costosa. En comparación, la exfoliación no será capaz de disimular alguna arruga u otra imperfección con solo una aplicación, pero es ideal si solo se busca la limpieza profunda del cutis, como parte de un cuidado cotidiano y general.
La importancia de eliminar la obstrucción de los poros
Muchos especialistas aseguran que, dentro de una rutina de cuidado facial, la limpieza es la parte más importante, ya que mientras mantenemos el cutis limpio, se pueden evitar futuras imperfecciones y más. Si bien se puede decir que está afirmación es cierta, hace falta darle un énfasis mucho mayor, pues ni siquiera lavar el rostro dos veces al día, como en recomendado, alcanza para prevenir que los poros se obstruyan.
Esto es algo que cualquier persona debe tener en cuenta, pero es de especial cuidado cuando la piel es del tipo grasa, o en las zonas grasas de un cutis mixto, ya que producen una mayor cantidad de sebo. La secreción sebácea es el resultado de la liberación de los residuos de líquidos procesados durante la hidratación tópica, combinada con impurezas naturales que desprende la piel a causa de la nutrición.
Por muy natural que esto parece, tiene consecuencias negativas para las personas, ya que el sebo no solo tiene una densidad bastante pesada, sino que atrae otros elementos del exterior, que ingresan en los poros. Los contaminantes ambientales, como el polvo y las partículas de humo, aumentan la densidad de los residuos adheridos a la piel, lo que causa que estos obstruyan los folículos pilosos.
En otras palabras, se forman impurezas que no se disuelven con el agua y el jabón, además de que el interior de los folículos obstruidos es inaccesible para muchos limpiadores faciales y otros productos. Aquí es cuando entra en juego uno de los procedimientos más comunes dentro de la cosmética, la exfoliación, así como su contraparte dentro de los tratamientos de estética profesional, el famoso peeling.