Durante cualquier tratamiento estético, es normal hablar de los posibles métodos que existen para tratar una o más tipos de imperfecciones, ya que esta es la finalidad de cualquier estrategia de esta ciencia. El problema es que muchas personas asocian la palabra imperfección con arrugas, manchas, flacidez y problemas típicos de la edad, o causados por la falta de salud general de la piel por omitir sus necesidades básicas.
Esto hace que la mayor parte de los métodos para prevenir y tratar estas marcas, así como otras similares, sean las cremas antiedad, la hidratación, la nutrición tópica y toda clase de elementos estéticos. Sin embargo, cuidar el tejido superficial desde este punto hace que olvidemos otro tipo de imperfección, que se puede ver causada incluso por los mismos tratamientos recomendados, o por la falta de otro tipo de cuidados.
La mayoría de estas marcas, como es el caso de los comedones, ya sean abiertos o cerrados (términos que se explicarán más adelante), se consideran más bien afecciones cutáneas por como afectan a la piel. Por otro lado, esto no significa que sean menos desagradables, tanto dentro de la estética como de forma independiente, tal como ocurre con el molesto y a veces doloroso acné vulgar, una afección de las más comunes y menos agradables.
Por eso es importante conocer más sobre los comedones, ya que para eliminarlos se requiere de diversos tratamientos, pero escoger el apropiado depende de factores como sus causas y características diferenciales. Por ejemplo, exfoliar puede ser una de las respuestas más comunes ante este inconveniente, pero no es tan efectivo y puede ser incluso riesgoso, a menos que se conozca y utilice La manera correcta de exfoliar la piel del rostro
Índice de Contenido
La imperfección de los comedones
Durante la niñez y la adolescencia, los cambios físicos son muy comunes en nuestro organismo, tanto que muchos especialistas aseguran que es la época en la que más cambiamos físicamente. El crecimiento y el aumento de las hormonas causa alteraciones a pequeña, mediana y gran escala, que muchos consideran como un desorden natural entre todo lo que ocurre en la vida de una persona.
Sin embargo, la aparición de los comedones es uno de esos factores que se pueden llegar incluso a detestar, sobre todo si se tiene en cuenta la particular importancia que se le da a la imagen estética. El problema es que, como imperfección cosmética facial, estos no solo aparecen durante la adolescencia, ya que algunas de las causas más comunes de los mismos pueden hacer de las suyas también en la adultez.
Pero primero hace falta conocer un poco más acerca de este problema que tanto queremos tratar, ya que de su estructura y formación depende los métodos que luego se deben escoger para lograr eliminarlos. El término de comedón alude a un brote o inflamación localizada que surge en cualquier lugar de la piel, especialmente en el rostro, pero a través de puntos muy específicos de su superficie.
Estos son los poros, unos diminutos agujeros que la dermis utiliza para liberar las impurezas que se crean en su interior al procesar la humedad y los nutrientes, en forma de secreción sebácea y se sudor. Cuando el sebo se acumula, al igual que la suciedad, el polvo, las partículas de humo y otros elementos ambientales, como el polen, se crean obstrucciones en los poros que causa que estos se dilaten y sean taponados.
Luego, si se da el caso de que el tejido sea susceptible o vulnerable a las alteraciones de su estructura, los poros se inflaman, atrapando las obstrucciones y resultando en comedones molestos y a veces dolorosos. De forma natural, esto también puede ocurrir a causa de las toxinas, que inflaman los poros al contacto, como una respuesta orgánica que hace que el cuerpo intenté evitar que estás ingresen al organismo.
En casos severos, como cuando una persona sufre de afecciones como el acné, la susceptibilidad a los brotes aumenta, lo que hace que la cantidad de estos se eleve en cualquier superficie cutánea. Por otro lado, el nivel de limpieza que le damos al organismo cobra una mayor importancia, sobre todo en el caso de la dermis grasa, que produce una mayor cantidad de sebo, por lo que sufre de más obstrucciones en los poros.
Tipos de marcas que pueden aparecer
En principio, todo comedón es igual, ya que el organismo reacciona del mismo modo ante las obstrucciones y se inflama, dejando atrapados los residuos e impurezas en su interior y ocasionando el brote. Pero algunos factores del cuerpo pueden crear una diferencia sustancial en cuanto a la estructura de la imperfección, lo que hace que estas se diferencian en 2 clases principales y otros tipos de granos.
La primera clase es la del comedón abierto, conocido comúnmente como punto negro, ya que se puede reconocer fácilmente como un pequeño punto circular con una tonalidad muy oscura que no pasa desapercibida. La primera particularidad de estos es que se crean en el exterior del poro, por lo que las impurezas se pueden ver fácilmente desde el exterior, pero al taponar por completo este agujero, impiden la liberación.
Por otro lado, los puntos negros usualmente están rellenos de células muertas y residuos de melanina, así como elementos ajenos al organismo, como el polvo y demás agentes ambientales comunes. Aunque son los más fáciles de remover, son complicados de tratar de manera global, por lo que los tratamientos pueden ser diferentes que los utilizados en el segundo caso, pero se pueden aprender leyendo Cómo prevenir los puntos negros y espinillas
Luego están los comedones cerrados, que a ciencia cierta pueden ser lo contrario de los abiertos, ya que la obstrucción se crea en el interior del folículo, entre diversas capas cutáneas, alterando su estructura. Por esta razón, la transpiración y la secreción sebácea siguen ocurriendo en el poro afectado, lo que hace que este se inflame y le de esa apariencia como de un diminuto volcán de piel.
Se conocen como espinillas, aunque en algunos países tienen nombres populares como granos o barritos, con los que se reconoce a esos brotes, usualmente de tonalidad más clara, rellenos de sebo y células muertas. La mayoría de las personas supone que, ya que el poro continua abierto y la obstrucción se puede extirpar, entonces el tratamiento regular es apretar las espinillas con los dedos para remover la impureza.
El problema es que esto libera también las toxinas atrapadas en su interior, que se esparcen por el folículo y sus alrededores, por lo que la espinilla tiende a brotar de nuevo en un futuro bastante próximo. Además, la forma en la que el cuerpo procesa las grasas, así como la cantidad de sebo que secretan los folículos, intervienen en la vulnerabilidad del tejido a sufrir de estos granitos de forma prolongada.
Causas más comunes de estos brotes
Se sabe que los comedones están relacionados con la producción y la acción de las hormonas, así como el aumento de los niveles de grasas dentro del cuerpo, algo que es muy común en el crecimiento de los tejidos. La combinación de estos dos factores es lo que hace que sean tan comunes durante la adolescencia, teniendo en cuenta que estos surgen debido a la acumulación de aceites en los folículos pilosos.
Por ende, cualquier desorden, afección o alteración del organismo que conlleve a un aumento de la producción hormonal, así como a un desequilibrio de las hormonas, puede exacerbar la presencia de las espinillas. Lo mismo ocurre en el caso de los puntos negros, pero otros elementos intervienen en su formación, como puede ser la descamación de la dermis o una mayor cantidad de células muertas en el tejido tópico.
El síndrome pre-menstrual es un ejemplo claro de afección que cause desequilibrios hormonales, al igual que la actividad excesiva de la 5-testosterona, la hormona sexual del género masculino. Fuera de los posibles elementos externos que exacerben los comedones, estas dos alteraciones mencionadas son las causas principales de esta imperfección, el primero para las mujeres y el segundo para los hombres.
Por otro lado, el consumo de algunos medicamentos o drogas, como los utilizados en los tratamientos con esteroides, también están relacionados con diferentes formas de desequilibrio hormonal. Como parte de los posibles riesgos de estos medicamentos, se encuentra el surgimiento de las espinillas, pero también es el caso de tratamientos como peeling químico, terapias con láser y el lavado abrasivo.
La ruptura de los folículos a causa de lesiones, es un modo mecánico que se puede considerar como causa aparente del mismo problema, lo que puede ocurrir con el simple hecho de oprimir las espinillas. La otra causa común de esta imperfección, independientemente del género de la persona afectada, esta tiene que ver con el aumento de la presencia del sebo y la producción de grasas y aceites en el organismo.
La alimentación puede intervenir de forma irrefutable en este hecho, ya que una dieta con grandes cantidades de grasas, especialmente saturadas, lácteos y azúcares, puede causar comedones y otras marcas. Todo esto hace que se deban elegir correctamente las posibles soluciones antes de tratar el problema, para evitar que exacerbar dicha condición, algo de lo que se habla en Las principales diferencias entre peeling y exfoliante
Complicaciones y factores de riesgo
Hasta ahora, solo se conoce de dos posibles complicaciones dentro del tratamiento de los comedones, que pueden aparecer principalmente cuando no se eliminan ni se cuidan de una manera adecuada. Si la obstrucción continua y las espinillas se resecan, la inflamación puede aumentar de forma exponencial, lo que puede desencadenar que afecte los nervios tópicos, causando una molesta sensación de dolor.
Se debe tener especial cuidado de mantener alejada el área afectada de posibles microorganismos infecciosos, como bacterias que pululan en superficies sucias y que no han sido previamente desinfectadas. La infección de los folículos puede ocasionar un aumento en las toxinas producidas en el sebo, algo que afecta igualmente a las espinillas, pero no es tan común en los puntos negros.
En caso de que se combinen los dos factores, tanto la infección cutánea como la inflamación, el problema sencillo de los brotes se puede convertir en un desencadenante del conocido y común acné vulgar. A diferencia del padecimiento que se puede ver en casi cualquier adolescente, el acné es una complicación durante la adultez, ya que no suele aparecer por si mismo debido a los cambios hormonales.
La prevención de los comedones
Desafortunadamente, debido a la relación natural de esta imperfección con el desorden de las hormonas, es muy complicado evitar la vulnerabilidad tópica ante las espinillas y los puntos negros durante la adolescencia. Sin embargo, la limpieza adecuada de la piel, como parte de las rutinas de cuidado tópico, puede eliminar las acumulaciones de sebo que ocasionan las obstrucciones, por lo que los poros no se verán afectados.
En otras palabras, mantener una higiene adecuada puede ser un factor importante en la formación de un comedón, ya que sin exceso de sebo o impurezas en la superficie cutánea, los folículos no son afectados. Lavar con agua y jabón suele ser suficiente, pero los especialistas en cosmética recomiendan utilizar un limpiador facial, sobre todo si se sufre de sensibilidad en la piel del rostro.
Las personas con cutis tipo graso, que producen una mayor cantidad de secreción sebácea, impurezas internas y células muertas, pueden encontrar una solución apropiada en el uso de las propiedades exfoliantes. Muchos productos cosméticos están diseñados para exfoliar el rostro de manera delicada, sin causar molestias o efectos secundarios, además de que se pueden conocer al leer Qué es el exfoliante facial y cuál es su función
Algunos métodos para eliminarlos
Ahora que se conoce el problema, así como lo que se necesita hacer o se debe evitar si se quiere mantener la piel libre de estos brotes, es momento de tratar los casos en los que se requiere de una solución. La eliminación de los comedones suele ser bastante sencilla, pero cuando la dermis es propensa a que estos se creen, es necesario mantener una limpieza facial adecuada y cotidiana.
El problema en este punto, como se menciona anteriormente, es que las espinillas y los puntos negros suelen requerir de diferentes mecanismos como parte de su tratamiento, por lo que hay que saber diferenciarlos. Por suerte, también hay terapias profesionales, más avanzadas e igualmente seguras, que garantizan resultados prácticamente inmediatos, gracias a la gran efectividad de su metodología.
Cosméticos contra las espinillas
El comedón cerrado es el más fácil de tratar, ya que la obstrucción no limita la acción de los poros o folículos afectados, por lo que las sustancias tópicas pueden penetrar el tejido superficial y hacer su trabajo. Las mejores soluciones se pueden encontrar en productos cosméticos, como cremas, tónicos y lociones, que poseen las propiedades y los activos adecuados para manejar esta situación.
Las mejores sustancias para esto son aquellas ricas en el derivado de la vitamina A, conocida como retinol, un agente sintetizado conocido como el líquido con los mayores beneficios antiedad conocidos. Su forma más pura y concentrada, el ácido retinoico, puede ser bastante agresivo, pero se considera el medicamento más efectivo y popular para tratar los brotes de acné vulgar u otros tipos de acné severo.
Remedios para los puntos negros
Si bien también es posible encontrar sustancias cosméticas que ayuden contra el problema del comedón abierto, el tratamiento general no suele ser el uso de un ungüento tópico, por la estructura de la imperfección. Cada poro afectado suele estar completamente obstruido, lo que hace que la pigmentación oscura del tono de los puntos negros destaque tanto, haciendo de los folículos un punto con una alteración visible.
Lo más recomendable es utilizar una de las populares mascarillas tipo peel off, un nombre que se traduce como “retirar la piel”, pero no tiene nada que ver con los peeling que suelen remover capas cutáneas. Se trata de un producto que es como una sustancia cremosa, que se aplica en la superficie del, se deja secar y luego se retira jalando con suavidad pero con firmeza, para remover este tipo de comedones.
Lo que hace el peel off, al ser tan adherente, es absorber y retener las impurezas de la superficie de los folículos, por lo que, al momento de quitar la mascarilla, esta se lleva todo tipo de posibles obstrucciones. Del mismo modo, se puede utilizar un instrumento cosmético para la remoción mecánica, que es una especie de gancho metálico, cuya punta fina ingresa en el poro y ayuda a jalas y retirar las impurezas.
Tratamientos avanzados ante está imperfección
Los especialistas en cosmética tienen soluciones increíbles al alcance de nuestra mano, pero lo mejor de recurrir a la opinión de un experto, es que pueden recomendar los tratamientos adecuados para cada caso. Por ejemplo, en ocasiones, cuando el problema es reciente y no requiere demasiado esfuerzo, se puede optar por la exfoliación, con productos caseros, naturales y sencillos de elaborar, como estas Recetas caseras de exfoliante facial
La cuestión es que, un usuario promedio de cosmética, no debe diagnosticar una imperfección sin el conocimiento previo necesario, ya que a veces las soluciones utilizadas conllevan mayores riesgos adversos. Por ejemplo, no es buena idea realizar una exfoliación, siguiendo con este tratamiento tan recomendado, cuando se sufre de problemas severos con los comedones, como en el caso del acné.
En estos casos, la opinión experta suele ser recurrir a terapias de infiltración como la mesoterapia, la aplicación de micro inyecciones subcutáneas, con sustancias como el retinol y el ácido glicólico. El peeling químico es otra posible solución, que ofrece los mejores resultados, pero debido a los riesgos que conlleva cuando se realiza de forma incorrecta, solo se debe optar por este tratamiento en establecimientos cosméticos profesionales.