Aunque muchos consideran la estética como una ciencia, este nombre se le puede dar más bien a la cosmética, ya que es el estudio encargado de la belleza física, pero a través de la mejoría de la salud. El objetivo principal de los muchos tratamientos, los trucos, remedios y productos del mercado cosmético es la piel, pero también hay muchos otros enfocados en puntos más específicos y poco convencionales del cuerpo.
La estética, por otro lado, se enfoca en detalles mínimos que, a la larga y en conjunto, van transformando y mejorando la imagen de una persona, para así resaltar su belleza de formas que son casi increíbles. La importancia en los detalles es tal, que incluso existen estrategias probadas y recomendadas para aumentar el largo de las pestañas, esos vellos finos que se protegen los ojos ante impurezas, polvo, suciedad y contaminantes externos.
Uno de los remedios más populares es el uso de aceite de ricino, un derivado natural al que se le atribuyen una gran cantidad de propiedades y características, muchas de ellas con usos y beneficios cosméticos. Del mismo modo, se conoce desde la antigüedad por sus supuestas virtudes medicinales, algo que no afecta en gran medida si se utiliza bajo el método de aplicación en la superficie del cuerpo, como en la piel y tejidos superficiales.
Sin embargo, muchos especialistas en el campo estético aseguran que, como beneficio extra de este óleo, es capaz de aumentar el largo de las pestañas de manera realmente eficaz, algo que se debe comprobar. El uso de este aceite forma parte de las llamadas estrategias de cosmética naturista, una variante que solo recurre a productos de pureza natural, a veces sin sintetizar, como muchos de estos Métodos para obtener unas pestañas largas y más espesas
Índice de Contenido
La sustancia llamada aceite de ricino
En la naturaleza, todo elemento existente se puede descomponer en partes, aunque a veces es necesaria la intervención humana, ya sea para sintetizar o extraer el resultado, o para optimizar su uso en el organismo. Por ejemplo, los óleos y exactos de plantas, que usualmente se presentan en forma líquida, casi siempre se encuentran en el interior de materia sólida, por lo que se debe extraer utilizando diversos métodos.
La planta de nombre Ricinus communis, que parece un arbusto de pocas ramas, con hojas de tonalidad rojo en la parte inferior y verde en la superior, es conocida por las semillas rojas que tiene en su tallo. A pesar de parecer inofensivas, estas semillas en realidad son tóxicas, por lo que su consumo, así como el contacto con heridas y lesiones abiertas, puede tener efectos adversos bastante desagradables y peligrosos en altas dosis.
Sin embargo, una vez las semillas son procesadas, se puede extraer un óleo que representa entre el 40% y el 50% del peso total de la misma, un volumen increíble para un material completamente sólido. En muchos casos, como en la mayoría de los frutos secos, el óleo que se extrae de su interior es de menos del 20%, lo que hace de la Ricinus una planta cuyo producto resultante es abundante y económico.
Oleosa de la que hablamos es el aceite de ricino, un líquido espeso con una gran densidad y un volumen molecular pesado, lo que lo hace un concentrado increíble de principios activos y diferentes elementos. Su composición es bastante inusual, ya que prácticamente el 100% del óleo final es una mezcla de diferentes ácidos grasos, incluyendo el ácido ricinoleico, una sustancia caracterizada por su gran variedad de beneficios conocidos.
La composición secundaria de este ácido, en base a triglicéridos, proporciona una gran nutrición, pero también diferentes propiedades, muchas de las cuales se conocerán a lo largo de este artículo. En total, se puede encontrar una proporción de entre el 70% y el 77% de todos los triglicéridos de este ácido dentro del oleo, haciendo del mismo el componente básico y elemento principal de su función.
Sin embargo, aquí se habla del aceite de ricino, ya que la dificultad de separar el ácido ricinoleico hace que se utilice la sustancia por completo, sin descomponer en más partes todos sus componentes. Aún así teniendo en cuenta de que aproximadamente el 90% del aceite de ricino es puro ácido ricinoleico, se logra comprender por qué no se extrae la totalidad del mismo.
Por otra parte, el resto de los ácidos grasos dentro de la composición del ricino también tienen sus propias ventajas, por lo que los beneficios que ofrece, de forma general, viene de toda la composición del óleo. Menos del 0,5% de la sustancia completa de está integrada por elementos que no ofrecen ningún tipo de función, por lo que el aceite no requiere de procesos químicos para ser sintetizados u optimizado.
En total, este se compone de entre un 85% y un 95% de ácido ricinoleico, de lo que depende la pureza del óleo, pues a mayor cantidad de este elemento crucial, mayor valor tiene en algunas industrias. El resto de los ácidos de su composición son el oléico 1-6 %, linoleico 1-5 %, linolénico 0,5-2 %, esteárico 0,5-1 %, palmítico 0,5-1 % y dihidroxiesteárico 0,3-0,5 %; información importante para evitar cualquier tipo de reacción alérgica.
El uso que tiene dentro de la cosmética
Antes de optar por este ingrediente como parte de una rutina para alargar las pestañas, hay que tener en cuenta que, a día de hoy, no existe una información concluyente sobre la efectividad de su uso. Si bien se pueden remarcar sus activos y propiedades, de las que se hablará más adelante, muchos especialistas dudan de la acción de estos sobre el tejido que afecta el crecimiento de estos vellos.
Igualmente importante de mencionar, es que siempre que se aplique de forma adecuada, dosificado en cantidades mínimas recomendadas, existen pocos riesgos sobre el uso del aceite de ricino en esta zona. Esto crea la paradoja de que, si algo puede ser bueno, sin ser peligroso, siempre es buena idea utilizarlo, aún cuando no se pueden garantizar los resultados positivos ni la veracidad de su eficacia.
El caso de este óleo es bastante particular, ya que su mayor virtud es la inestabilidad térmica, que en otras palabras, significa que no se calienta ni se enfría de manera regular, como lo hacen otras sustancias. Gracias a esto, su aplicación actual más relevante es la lubricante de motores de competición, donde desempeña un papel innegable y particular, al ser económico e increíblemente útil.
Del mismo modo, se sabe que el extracto de ricino ha formado parte de fórmulas para la elaboración de combustible, en combinaciones de hasta 20% del óleo sobre un 80% de gasolina regular. Por otro lado, es parte de diferentes industrias de fabricación y manufactura, en las que cumple como ingrediente activo en la producción de pinturas, resinas, plásticos, lacas, aerosol e incluso poliuretano.
Nada de esto tiene que ver con la cosmética, más que el hecho de que, al ser utilizado para fabricar diferentes elementos industriales, muchos dudan de la seguridad de este ingrediente en la aplicación tópica. Sin embargo, desde tiempos muy antiguos, la medicina alternativa recurre al ricino como medicamento laxante y diurético, por lo que se sabe que ingerirlos, en dosis no mayores de 30 ml, es completamente seguro y saludable.
Dentro del campo de la estética, siguiendo con la información pertinente a este artículo, muchas empresas y expertos en el tema del cuidado de la imagen aseguran que ofrece grandes beneficios conocidos. Tiene activos antinflamatorios y antimicrobianos, además de no ser considerado un factor comedogénico, una combinación ideal para tratar afecciones tópicas recurrentes, relacionadas a los brotes de acné vulgar.
La gran potencia de su composición, basada únicamente en ácidos grasos, garantiza la nutrición de la piel, mientras que potencia la suavidad, la uniformidad y la tersura del tejido superficial y la epidermis. Además de esto, sus capacidades regenerativas e hidratantes ayudan a promover el crecimiento del tejido sano, por lo que se considera un elemento útil para restaurar los tonos desiguales de la piel.
Gracias a esta combinación de factores, se puede ver el óleo extraído de la planta de Ricinus como ingrediente de muchos productos cosméticos, ya sean antiedad o adecuados para combatir imperfecciones. La estética naturista, que promueve la pureza del uso de ingredientes naturales, es la variante alternativa que más se beneficia, pues se trata de una sustancia sin procesar y sin químicos añadidos.
Quienes aseguran que se pueden trasladar sus activos, no solo los ya conocidos, sino los que faltan por mencionar, al crecimiento capilar, utilizan el ricino como ingrediente de champú y tratamientos para el cabello. Del mismo modo, se pueden encontrar productos para las pestañas y las cejas, así como sustancias masculinas para el vello facial, que aseguran que su contenido de aceites ricos en ácidos grasos potencia el crecimiento capilar.
Propiedades de este óleo para el tratamiento de las pestañas
Para hablar directamente de la utilidad y la posible función de este ingrediente, en su papel como promotor del alargamiento de los vellitos de los párpados, hay que conocer los activos que intervienen en esto. Algunos de los que ya se han dado explicado en el apartado anterior, que le han dado su popularidad dentro de la cosmética, también son relevantes, siempre que se pueda demostrar que juegan un papel en las pestañas.
Lo primero que se debe tener en cuenta en este punto es la nutrición, ya que es bien sabido que el organismo funciona del mismo modo, ya sea en su totalidad como separando sus distintas partes. Esto quiere decir que, tal como los seres vivos necesitan alimentarse, también lo requiere la piel y todo el sistema cutáneo, lo que incluye a folículos y capilares tan particulares como los que se encuentran en los párpados.
El ricino posee una vasta cantidad de ácidos grasos y triglicéridos, que a su vez se componen de algunas vitaminas (especialmente del grupo E), minerales y sobre todo proteínas que estimulan las células. Aunque posee otros nutrientes esenciales relevantes, el que más destaca en el Omega-9, que ayuda a reducir el exceso de sebo que en ocasiones se adhiere a los capilares y reduce la salud de las pestañas desde la raíz.
La presencia del sebo, así como otras impurezas, suele impedir que los nuevos vellos crezcan sanos, gruesos y más fuertes, pero también contribuye en acelerar el desprendimiento y la caída de los ya presentes. Una de las razones por las que se suele utilizar como ingrediente de champú es está, pero a su vez, es una de las razones por las que se encuentra en las máscaras protectores para las pestañas.
Algo que no se puede negar de este tipo extracto es su acción hidratante natural, ya que su capacidad lubricante hace que la humedad sea absorbida de un modo más óptimo por la raíz de los capilares. Además, la hidratación rica en nutrientes ayuda como tratamiento ante la caída de los vellos a causa del mal uso del maquillaje, alteraciones hormonales, el estrés, deficiencias en la nutrición, alergias y otros factores.
La propiedad hidratante, a su vez, ayuda a acondicionado los capilares, reduciendo y evitando los problemas de resequedad, mientras aumenta la tonicidad de los vellos, lo que los vuelve más suave y brillantes. Si bien hay quien puede alegar que esto no contribuye en el aumento del largo y espesor de las pestañas, esta comprobado que al menos estas se vuelven más bonitas y saludables.
El ácido ricinoleico, que conforman aproximadamente el 90% de la composición del óleo, tiene propiedades anti fúngicas, así como las ya conocidas antimicrobianos y antibacteriales, ideales contra microorganismos. Pequeñas bacterias y hongos, que suelen alojarse en los folículos pilosos dilatados de los párpados, suelen dañar e impedir el crecimiento de las pestañas, por lo que estos activos funcionan para cuidarlas.
En conclusión, si se combinan todas las propiedades conocidas, aún si su efectividad no es tan increíble como muchos medios parecen asegurar, aún se puede obtener una gran lista de beneficios aplicados. El ingrediente promueve el crecimiento capilar, eso es un hecho, mientras que nutre los folículos pilosos y la raíz de cada pelo, cuidando y fortaleciendo, por lo que cada persona debe elegir si quiere probar su funcionalidad para alargar las pestañas.
Posibles riesgos u contraindicaciones
Hay que tener cuidado con las reacciones adversas y los brotes alérgicos, por lo que es importante conocer la composición del aceite de ricino, algo que se menciona en el primer apartado del artículo. Los riesgos posibles de su uso irresponsable son en sensación de ardor, aumento de la sensibilidad y molestias en el órgano ocular, si se deja que parte de la dosis caiga en el interior de los ojos.
En el caso de reacciones alérgicas o efectos secundarios adversos, es posible sufrir de hinchazón, comezón (picazón), erupciones cutáneas, enrojecimiento o una sensación de molestia en la piel. No se conocen contraindicaciones aparte del hecho de que, bajo ninguna circunstancia, se aplique el óleo en zonas afectadas por heridas o padecimientos tópicos como la dermatitis.
Aplicación en productos profesionales y en recetas caseras
El método de uso más común de este elemento es de manera independiente, ya que se puede adquirir puro y sin mezclar, en diversos establecimientos cosméticos y tiendas de estética naturista o boutiques. La industria cosmética, a través de marcas reconocidas o pequeñas empresas de producción, ha sacado al mercado una gran variedad de productos para las pestañas totalmente a base de extracto de ricino.
Aunque las alternativas naturistas son las más comunes en estos casos, muchas marcas reconocidas parecen confiar en este ingrediente, recomendando su uso a través de su propia línea de producción. Sin embargo, hay que estar seguros antes de recurrir a cualquiera de estos cosméticos, como bien dicta el sentido común, para no adquirir por accidente alguna sustancia que contenga químicos, alérgenos o elementos irritantes.
Por otro lado, se puede combinar el óleo con otros ingredientes, que cubran las carencias conocidas de la sustancia extraída del Ricinus, para así aumentar las posibilidades de obtener resultados positivos. Esto se conoce como elaboración casera, tomando un elemento como base y utilizando el mismo para crear fórmulas más efectivas, siguiendo siempre las instrucciones, como en el caso de esta receta de rimel casero.
Ingredientes
- 3 cápsulas de carbón activado (se puede adquirir en algunas farmacias).
- Agua destilada (la cantidad depende de la textura escogida).
- 1 bolita o 2 cucharadas de cera de abeja virgen.
- 2 cucharadas de aceite de ricino.
- 2 cucharadas de gel de aloe vera.
- 1 envase alargado para conservar (se puede utilizar el de algún rimel gastado).
- 1 cepillo para pestañas (igualmente sirve uno ya usado).
Preparación
Primero se debe pulverizar el carbón activado, con esfuerzo, para que quede en forma de polvo, lo más fino que sea posible, el cual se coloca en un envase de vidrio pequeño y se mezcla con el gel de aloe. En una olla se añade agua y se calienta hasta hervir, pata luego colocar un bol encima, a modo de baño María, donde se mezclan y cocinan el resto de los ingredientes, para formar una pasta homogénea.
Se deja enfriar el resultado, antes de agregarlo dentro del envase de conservación final, junto con la mezcla del carbón y el aloe, que se debe batir con fuerza, para que todos los ingredientes se combinen. El uso del rimel natural es un modo de cuidar de estos vellos, cuya importancia estética está representada como un símbolo de belleza muy conocido, por lo que es importante saber algunos Trucos para el cuidado de las pestañas
Sobre el producto
Se puede encontrar información sobre recetas similares, para elaborar rimel casero, en muchos medios de comunicación e información, pero el añadir el aceite de ricino es la clave del éxito. Probar este tipo de cosméticos naturales es un paso para cuidar de la imagen de forma apropiada, por lo que no está de más la ocasión para agregar el toque necesario, que ayude a alargar y dar volumen.